Administrados de forma tópica (champús, lociones,…) o por vía oral (cápsulas y comprimidos principalmente) existen una gran cantidad de fármacos y otros preparados (como los oligoelementos y los aminoácidos) dirigidos a frenar la caída del cabello.
Los fármacos más utilizados son:
- Minoxidil: aplicado de forma tópica, el minoxidil favorece la vasodilatación, provocando así una mayor irrigación del cuero cabelludo y el aumento del aporte sanguíneo a los folículos pilosos.
- Finasteride: administrado de forma oral, este medicamento actúa bloqueando la acción de los andrógenos al nivel de los folículos pilosos. Estos andrógenos son los responsables del adelgazamiento del pelo (miniturización), que desencadena una alteración del ciclo capilar, desembocando finalmente en la alopecia.